En el caso de los resultados clínicos, los análisis de inteligencia artificial proporcionan un examen más rápido y profundo de la información sin riesgo de error humano (por ejemplo, en la detección de tumores o precursores de enfermedades). A su vez, los médicos y cirujanos pueden aprovechar estos resultados para ofrecer mejores opciones de tratamiento que producirán resultados más positivos. El poder de procesamiento de la inteligencia artificial no se limita a casos individuales; puede obtener información de todo el mundo y desvelar su aplicación práctica para lograr una atención e innovaciones médicas que salven vidas. Durante la pandemia de la COVID-19, por ejemplo, la inteligencia artificial podía utilizarse para analizar nuevas variantes y crear nuevos tratamientos eficaces con mayor rapidez que con la investigación y evaluación humana. En el pasado, la inteligencia artificial ha resultado esencial para la cartografía genética y otros trabajos pioneros en este campo.
En el ámbito de la eficacia de las operaciones, la inteligencia artificial puede identificar oportunidades para optimizar procesos, incluida la cirugía, y hacerlos más productivos. A su vez, la inteligencia artificial mejora la toma de decisiones al otorgar a los administradores de TI y médicos una mejor visibilidad que puede evitar errores, resolver problemas y reducir los costes de las operaciones de forma proactiva. De manera parecida a lo que puede lograr con los resultados médicos de los pacientes, la inteligencia artificial es capaz de mejorar la forma en que los profesionales médicos y cuidadores prestan la atención sanitaria acelerando el acceso a los registros de los pacientes o encontrando formas más eficaces de gestionarla. Con la ayuda de NPL, la inteligencia artificial puede incluso peinar las notas clínicas (es decir, datos desestructurados), clasificarlas y emplearlas para optimizar procesos clínicos.
La inteligencia artificial también ayuda a las organizaciones médicas a mantener el cumplimiento de las normativas mejoradas de seguridad. Además de mitigar el acceso fraudulento a información médica privada, la inteligencia artificial habilita el análisis inteligente de vídeo (IVA), que permite al personal supervisar sus instalaciones y pacientes. Mediante el uso del IVA y de sensores inteligentes, los hospitales inteligentes pueden reconocer objetos como equipos médicos y mascarillas.
También pueden identificar y relacionar los rostros de médicos y pacientes, e incluso detectar temperaturas corporales elevadas. Estas entradas de datos se utilizan para detectar a individuos de alto riesgo y adoptar medidas prácticas.